Hace pocos días, hablé con una opositora que se sentía triste. Esta tristeza se le notaba en su voz, en su postura, en la expresión de sus ojos ¿sabéis cuándo estáis ante una persona que sientes que lleva una carga enorme a sus espaldas y no lo puede disimular? Me contó que el motivo de esta tristeza era la culpabilidad de la opositora.

Esta chica de alrededor de 30 años, lleva algo más de un año opositando a Justicia y ha visto como su círculo social se ha reducido desde entonces. La carga de la culpabilidad de no poder cumplir con las expectativas de sus amigos de siempre, la está consumiendo. Y claro, esto hace que no se concentre en el estudio de la oposición.

Estas líneas van dedicadas a ella y a todos los opositores que se sientan identificados con su historia.

 

¿Quién es el dueño de la culpa?

 

Ésta es la primera pregunta que me viene a la mente. Cuando alguien te hace sentir culpable de un hecho, ¿eres tú el culpable sólo porque esa persona ha decidido que lo eres? ¿Por qué nos sentimos culpables de algo que otra persona ha decidido que deberías hacer o haber hecho? ¿Por qué tienes que ser tú el dueño? ¿De quién ha nacido la responsabilidad de hacerlo? ¿De ti o de la otra persona?

Hazte estas preguntas cuando alguien te haga sentir mal por dejar de cumplir con una obligación impuesta por otro. Si tú no has prometido nada, es la otra persona la que ha esperado que lo hicieras. ¿Acaso debemos estar cumpliendo las expectativas de nuestros amigos y familiares siempre? Ya te digo yo, que esto último es imposible.

Si nos pasamos la vida intentando contentar a otros, al final, terminaremos frustrados. Nadie es feliz sólo satisfaciendo a los demás, aunque sean personas queridas. A todos nos gusta hacer ciertas cosas por nuestros amigos, en eso se basa una relación afectiva pero no podemos adaptar nuestra vida a los deseos de otros. Donde realmente encontrarás la felicidad es en tomar tus propias decisiones y cumplir tus propios objetivos. Nadie nos debería poder quitar esa libertad de decidir qué hacer con nuestro tiempo.

 

Culpable por partida doble

 

Esta opositora está triste porque sentía que no podía compatibilizar su vida social con la oposición. Aprobar la oposición es su meta, su futuro y su sueño. Tiene claro que es lo que quiere conseguir y que, actualmente, tiene que dedicarle todo el tiempo que tiene disponible. La duda llega cuando sus amigos por el grupo de Whatsapp, quedan para cenar. Entonces, la opositora dice que no puede. Y en ese momento, aparece la culpabilidad de la opositora en forma de frases como «son sólo dos horas» y «tienes que cenar igual» (os suenan estas frases ¿verdad?).

Ante estas frases, ella puede decidir quedarse en casa estudiando por su objetivo o bien, decidir contentar a sus amigos y salir un rato. Ambas opciones le hacen sentirse culpable. La primera, porque no cumple lo que los demás esperan de ella. Y si decide ir a cenar, se sentirá culpable porque no está cumpliendo como opositora.

 

¿A quién es mejor decepcionar: a tus amigos o ti mismo?

 

Yo te declaro: no culpable

 

Tomes la decisión que tomes en ese momento, lo cierto es que tus personas más cercanas, te hacen sentir culpable. Pero ¿seguro que es inevitable sentir esta culpabilidad? No podemos controlar que nuestros amigos salgan a cenar y nos propongan un plan pero ¿y si no nos permitimos sentirnos culpables?

Yo te propongo que pienses que no se trata de que ellos dejen de proponerte planes y que sigan adelante con sus vidas. Ellos están en otra etapa diferente a la tuya, ¿acaso no volverás a salir nunca más? Recuerda, la oposición es una fase temporal de tu vida. Estás invirtiendo tiempo en tu futuro. En ese futuro, tu calidad de vida mejorará y podrás dedicar el tiempo que desees a los personas y los planes que quieras. Precisamente, estás luchando y sacrificando tu tiempo de hoy, para ese tiempo que tendrás mañana. Lo tienes claro ¿verdad? Entonces ya está. Eres tú la que tienes que verlo.

Si te llegas a sentir culpable de lo que ellos piensen, estás perdiéndote en sus expectativas. Pero ¿cuál es tu opinión y tu visión actual? Dedicar todo tu tiempo a estudiar para aprobar la oposición. Todas las decepciones, culpabilidades y opiniones, no tienen lugar en tu vida como opositora. 

 

Las personas que de verdad te quieren y te apoyan durante la oposición, actúan por tu bien. Te proponen planes porque consideran que te vendrá bien despejarte. Sin embargo, siempre decidimos, que sólo entre los opositores nos entendemos. Es muy difícil hacer ver a otras personas que, en muchas ocasiones, «salir» no es lo que necesitas en esta etapa de tu vida. Lo que deseas es su comprensión en este momento. Con algunas personas, conseguirás llegar a ese punto de entendimiento y seguirán en tu vida en la siguiente etapa.

 

Lo que quería transmitirte con estas líneas, es que, no debes sentir la culpabilidad de la opositora. Si esas personas siguen o no más adelante, ya lo verás y seguramente, no va a depender de si sales un día o no a cenar. Lo esencial de tu rendimiento como opositora ahora mismo, es que no sientas la culpa de no poder hacer planes que te proponen otros. 

 

Tu decisión es opositar. Tu objetivo es aprobar y tú sabes lo que tienes que hacer para llegar a la plaza. Si el plan con tus amigos no te acerca a ese objetivo ¿por qué te vas a sentir culpable? 

 

 

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