Estamos en un momento delicado para todos los opositores: convocatorias pendientes de publicar, exámenes sin fecha y plazas que no se sabe si se aprobarán. ¿Cuál es el verdadero malestar de un opositor? ¿es únicamente la incertidumbre de no saber datos que no dependen de nosotros? ¿o la inseguridad de no saber si aprovecharemos el examen cuando por fin sea nuestra oportunidad?

Respaldarnos en quejas sobre lo que no está en nuestra mano, sólo ocasiona que nos metamos en un bucle de negatividad del que es complicado salir.

¿Y si nos hiciéramos responsables de lo que sí que depende de nosotros como opositores?

¿y si reforzáramos nuestra confianza en que somos capaces de conseguirlo?

Espero que este post os ayude a superar este momento tan difícil para la situación de todos los opositores y que os ayude a ver la seguridad y la confianza, como factores clave para aprobar la oposición.

¿Sirvo para opositar?

El primer dilema de todo opositor cuando ve la posibilidad de ser funcionario como una opción en su vida. Si todos pensáramos desde un primer momento que somos capaces de aprobar el examen de la oposición ¿acaso no apostaríamos antes por opositar? ¿no habría más personas interesadas en ser funcionarios?

Seamos sinceros, la empresa privada no ofrece la estabilidad y seguridad de un puesto público. Si nos viéramos capaces de superar el período de la oposición ¿acaso no iríamos directamente a por ello?

Creo firmemente en la respuesta es afirmativa y entonces,

¿Por qué aparece la idea de que la oposición no es para nosotros?

Cuando empezamos a opositar es cuando suelen aparecer las inseguridades. En otras ocasiones, salen a la luz más adelante, cuando nos hacemos conscientes de la dificultad del proceso.

En mi caso, los primeros meses, tenía confianza en mí y en que podía conseguirlo. Contaba con estudios superiores, base en Derecho y me había enfrentado a muchos retos a mis 28 años. Sin embargo, esa seguridad desapareció con la montaña rusa de emociones que aparecieron a los 6-8 meses de comenzar a estudiar.

Sea cuando sea, a cada opositor le llega ese momento de falta de confianza en el que piensa: «¡¿Dónde me he metido?!»

¿Es normal perder la seguridad en nosotros mismos?

Somos personas humanas, no máquinas. Sentir, evolucionar, dudar, equivocarnos, es parte de nosotros. Seamos conscientes de que la oposición es un camino con luces y sombras. 

Perder la ilusión inicial y creer que no somos capaces de aprobar, es parte del proceso del opositor. Todos los que lo hemos logrado, hemos pasado por esa fase en varias ocasiones.

No te culpes si estás sintiendo esto ahora. En períodos de incertidumbre como el actual, es cuando perdemos el autoestima. Recuerda: eres humano, no una máquina. Sentir es parte de ti.

¿Por qué es tan importante volver a confiar en que somos capaces de aprobar?

En las academias, os enseñarán el temario y os explicarán cómo superar el examen pero no consiguiréis superar un período como el de la oposición, si no confiáis en vosotros.

En los días (semanas y meses) que os falta la seguridad en vosotros, ¿acaso no es más difícil concentraros? Aparece el estrés, los nervios, las dudas, los planes B… Todo vuestro mundo se desmorona porque dudáis del camino que habéis construido.

El rival más difícil de la oposición, está en tu cabeza.

El día del examen: la prueba final

No importa lo preparados que vayáis, que tengáis el mejor preparador o que llevéis años estudiando. Si os falta la determinación y seguridad de saber que podéis conseguirlo, estáis perdidos el día del examen.

En ese caso, estaréis yendo al examen para suspender y no para aprobar.

Mi historia en dos exámenes 

En mi caso personal, me presenté a dos oposiciones con la diferencia de una semana. Al examen de Tramitación Procesal llevaba la firme convicción de que era el puesto de trabajo que quería. Llevaba un año y medio dando clases de mecanografía para preparar el segundo examen. Había apostado todo por la oposición de Tramitación Procesal.

Una semana después, fui al examen de Auxilio Judicial. Pese a que había estudiado también para este examen (es el mismo temario que en Tramitación), las funciones del puesto no me gustaban tanto. Además, los ratios de plazas por instancia eran terriblemente altos. Para mí, estaba casi todo perdido y fui con esa actitud al examen.

El resultado: aprobé Tramitación Procesal y suspendí Auxilio Judicial. ¿La diferencia? Creer en lo que quería de verdad y en que era capaz de conseguirlo.

Desde entonces, creo en la actitud del opositor por encima de todo. Creo en que la seguridad y la confianza, son factores clave para aprobar la oposición.

En los casi cinco años que llevo con este blog, he hablado y conocido a miles de opositores. Algunos son ahora compañeros funcionarios, otros abandonaron esta carrera de fondo y otros, siguen en la lucha.

Podría decirte que la diferencia entre ellos está en sus estudios, en que tienen hijos, en que lo compatibilizan con un trabajo… pero te estaría mintiendo. Tengo ejemplos reales de situaciones diferentes que tú mismo puedes leer. La verdadera diferencia entre el aprobado y el suspenso es la seguridad en sí mismos como opositores.

Y te preguntarás ¿y cómo consigo esa seguridad?

Tutorías de motivación para opositores

Si necesitas más apoyo para seguír en el camino ¡esta abierto el plazo de inscripción de mis tutorías de motivación «Creo, Puedo, Apruebo»! Aprovecha porque hay un único grupo que comienza en enero. Mira lo que dicen de ellas los alumnos de la pasada edición ¡tengo muchas ganas de ayudar a más opositores en este camino!

¡No te quedes sin plaza!

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Un abrazo,

Patricia Israel